En la práctica sólo hay una forma de aumentar la autonomía del teléfono de forma notable y es, descartando vivir pegado a un enchufe, utilizando una batería portátil.
No una batería de repuesto para el móvil, sino una batería externa —de tamaño parecido al de un paquete de tabaco o de un puro, según la forma— en la que almacenar energía que poder transferir al teléfono móvil más tarde, cuando sea necesario.
Comprar una batería de repuesto para el móvil no es la mejor opción. Son proporcionalmente más caras, sólo sirven para un modelo concreto de teléfono y hay que cargarlas en el propio teléfono. Y todo lo anterior, por supuesto, suponiendo que el móvil permita cambiar la batería, algo cada vez menos habitual.
Una batería externa, en cambio, sirve igualmente para cargar uno u otro modelo de teléfono, e incluso otro tipo de aparatos y gadgets como tablets, lectores de libros electrónicos y algunas cámaras de fotos, que se pueden cargar aunque sigan guardados en el bolso o bolsillo, sin dejar de ser “móviles”. Y aunque cambies de teléfono móvil la batería externa servirá para el nuevo, mientras que una batería de repuesto para ese modelo ya no tendrás donde ponerla.
Estas baterías externas se cargan por USB en el ordenador, con el mismo cargador del teléfono móvil o con cualquier cargador USB. La salida también suele ser un USB y ésta es la mejor opción, ya que de ese modo basta utilizar el cable del teléfono específico, sea de la marca y modelo que sea. Hay baterías externas específicas para teléfonos concretos (caso de los iPhone), pero es mejor evitarlas por el mismo motivo que las baterías de reemplazo.
La capacidad de la batería es el dato más importante. Normalmente se mide en miliamperios por hora (mAh) y es el dato que te dirá si la batería externa tiene capacidad para cargar la batería del móvil y cuántas veces.
Por ejemplo, si un teléfono móvil tiene una batería de 2100 mAh (este dato lo encontrarás en las especificaciones del teléfono o impreso en la propia batería del teléfono) necesitarás que la batería externa tenga al menos 2500 mAh de capacidad para poder recargar por completo el teléfono. Y la batería externa tendrá que tener al menos 5000 mhA para poder recargar ese mismo móvil un par de veces.
En general, conviene que la batería externa tenga al menos un tercio más de capacidad que la batería del móvil. En el peor de los casos, aunque se esté un tiempo sin usarla ni recargarla, podrá seguir cargando por completo el móvil y, en el mejor de los casos, podrá cargarla incluso un poco más de una vez.
Como suele suceder con estas cosas, lo ideal es elegir una batería externa que sea lo más capaz posible dentro del presupuesto y de otras preferencias personales como su aspecto, forma, tamaño y peso. Lo mejor es mirar antes de decidirse por una u otra.
Las baterías externas se pueden encontrar desde 15 ó 20 euros y hasta unos 50 euros, según la capacidad y características, en tiendas de telefonía móvil y de electrónica y en tiendas online. También se pueden encontrar —y a veces a mejor precio— en las tiendas de material para acampada.
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