Para hacer que nuestros Mac funcionen más rápido no siempre tenemos que echar mano a la cartera para mejorarlos añadiendo más RAM o un disco duro más rápido. A veces es tan sencillo como optimizar el uso del procesador y la memoria que ya tenemos limitando el número de procesos activos, conservando espacio libre en el disco duro o ejecutando algunas pocas utilidades.
A continuación encontraréis una serie de 11 consejos con los que sacar el máximo partido al equipo que ya tenéis. Seguid leyendo y no os lo perdáis.
1. Limpia el arranque. Algunas aplicaciones se añaden a si mismas a los _ítems de arranque_ de nuestra cuenta de usuario, lo que enlentece el inicio de sesión al tener que ejecutarlas cada vez que arrancamos el equipo. Algunas son necesarias (asegúrate de saber lo que estás quitando) pero otras son bastante prescindibles y para eliminarlas solo tenemos que dirigirnos a Preferencias del Sistema / Cuentas / Arranque, seleccionarlas y pulsar sobre el signo menos.
2. Deshabilita el Acceso Universal, Bluetooth, Habla y Compartir Internet si no los utilizas. Los encontrarás todos en las Preferencias del Sistema y aunque muchas de estas opciones son realmente útiles, es probable que puedas deshabilitar la mayor parte de ellas (si no las utilizas, claro) y salvar los preciados recursos de nuestro procesador y memoria. Concretamente, bajo la opción deCompartir / Internet encontramos que por defecto, en los equipos con Airport, está habilitada sin que le estemos dando uso alguno en el 90% de los casos.
3. Limpia los complementos del Panel de Preferencias. No cierres aún el Panel de Preferencias y échale un vistazo al apartado Complementos. ¿Cuantos elementos tienes ahí abajo? ¿Los utilizas todos? Si la respuesta es no, puedes deshabilitarlos o directamente eliminarlos de la carpeta~/Librería/PreferencePanes (mira tanto en la librería del equipo como en la de tu usuario).
4. Comprueba la Clase de tus Aplicaciones. Si tienes un Mac con procesador Intel, asegúrate de utilizar aplicaciones Universales en lugar de PowerPC. Estas se ejecutan bajo Rosetta, un “traductor” que aunque funciona bastante bien es un devorador de recursos. Para verlo, puedes pulsar sobreObtener Información y mirar el apartado Clase en General o ejecutar el Monitor de Actividad y fijarte en la columna Clase (suele ser la última situada más a la derecha). Hoy en día el 99% de aplicaciones cuentan con versiones universales así que solo es una cuestión de actualizarse (para lo que podría venirte bien un widget como App Update).
5. Elimina el código innecesario. Algunos desarrolladores no solo ofrecen la versión universal (para Intel y PowerPC) sino también otras exclusivas de cada procesador que si bien no representan una diferencia significativa de velocidad en su funcionamiento sí que vienen a ocupar prácticamente la mitad en nuestro disco duro. En cualquier caso, las aplicaciones que se presentan en estas tres versiones (Universal, solo Intel y solo PowerPC) son las menos así que si quieres recuperar hasta el último MB tendrás que recurrir a aplicaciones como XSlimmer que eliminan la parte de código sobrante del Binario Universal en función de nuestra máquina (bajo vuestra propia responsabilidad, claro). Eso sí, si tienes un PowerPC y piensas dar el salto en breve a Intel no es algo muy recomendable ya que tendrás que descargar de nuevo todas las aplicaciones para que estas no funcionen bajo Rosetta.
6. Elimina los idiomas que no utilizas. Tanto Apple como otros desarrolladores se preocupan por ofrecer un montón de idiomas para que todo el mundo entienda sus programas. Sin embargo, es poco probable que utilices aquellos ajenos al tuyo por lo que como en el caso anterior, eliminándolos recuperarás espacio del disco duro. Para ello puedes utilizar tanto el ya mencionado XSlimmer comoMonolingual.
7. Mantenlo frío. Algunos Mac, en especial los portátiles, son famosos por alcanzar temperaturas propias del mismísimo infierno así que es aconsejable hacernos con alguna utilidad como Fan Controlpara bajarle los humos. Un procesador frío rendirá más eficientemente, aunque tendremos que renunciar a parte de la duración de nuestra batería a causa del uso intensivo de los ventiladores.
8. Evalúa la utilidad de tus widgets. Si utilizas Mac OS X 10.4 Tiger probablemente tengas un montón de widgets en tu Dashboard y aunque muchos pueden ser de gran utilidad, seguro que otros no lo son tanto. Los widgets consumen recursos aunque estén ocultos así que es hora de preguntarte: ¿De verdad miro la hora en el Dashboard en lugar de en la esquina superior derecha? ¿Necesito saber el estado de las pistas de esquí de medio mundo? Pues eso.
9. Mantén un ojo en el Monitor de Actividad. Esta aplicación incluida de serie en Mac OS X puede ser muy útil para descubrir aquellas aplicaciones que se están ejecutando con o sin nuestro conocimiento y los recursos que consumen (CPU, memoria real, memoria virtual…) de modo que si detectamos que alguna alcanza niveles especialmente altos, podremos plantearnos sustituirla por otra más eficiente o eliminarla si no es realmente necesaria. Evidentemente, aplicaciones como Final Cut capturando vídeo o Photoshop aplicando un filtro acapararán la atención de nuestra máquina pero bueno, para eso está, ¿no?.
10. Limpia tu disco duro. No importa lo grande que sea el disco duro que con el tiempo, todo se vuelve pequeño. Sin embargo, mantener nuestro disco duro lo más ligero posible ayudará a Mac OS X a funcionar mejor (ya que lo utiliza de forma intensiva para la memoria virtual). Vacía la papelera, borra los programas que no utilices, pasa a DVD las 50 películas que te has bajado esta semana y, en definitiva, procura mantener libre al menos un 20% del total.
11. Ejecuta OnyX. Existen muchas utilidades para optimizar nuestro sistema pero OnyX es de las más populares (otro interesante es Mac Pilot). Ejecutarla de vez en cuando y notarás la diferencia.
Si seguís estos pasos os puedo asegurar que mantendréis vuestro Mac fresco como una rosarindiendo a plena capacidad.
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