La mayor parte de los teléfonos actuales incorporan la capacidad de descargar automáticamente las actualizaciones de software, es lo que se denomina actualización mediante OTA (del inglés “Over The Air”, es decir, “por el aire”).
Así, cuando un fabricante libera una actualización de software para alguno de sus dispositivos, el teléfono lo detecta e informa al usuario, que puede descargarla e instalarla.
Al tratarse de procedimientos oficiales, las actualizaciones mediante OTA son muy sencillas y se realizan prácticamente sin intervención humana.
Dado que no todos los usuarios pueden acceder a una red móvil, y a que en ocasiones ésta no es suficientemente rápida, algunos fabricantes incorporan la posibilidad de actualizar los dispositivos a través de un ordenador o, en su defecto, la posibilidad de descargar las actualizaciones usando un navegador web de escritorio.
El funcionamiento en este caso es ligeramente diferente aunque igual en esencia: la actualización se descarga en el ordenador, se transfiere al dispositivo mediante una conexión por cable y se procede a instalarla.
En el caso de que el fabricante proporcione un software específico, como es el caso del programa KIES de Samsung o el PC Companion de Sony, el proceso es muy sencillo, ya que es el propio programa el que se encarga de descargar la ROM que corresponda según el modelo, país y operador que corresponda.
No obstante, y pese a tratarse de actualizaciones oficiales, el usuario debe tener en cuenta que la actualización de la ROM de un smartphone es un proceso delicado y que si algo falla durante el proceso el teléfono puede quedar inutilizado, pudiendo ser necesario, según el caso, la asistencia del SAT de la compañía.
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